Tragedia de Once
El hombre habría mentido, no por acción sino por omisión. Fue el clásico testigo del “no me acuerdo”.
Artículo producido por el Abogado Penalista Dr. Hugo López Carribero. Continúa el juicio por la tragedia de Once.
Hace pocas horas el guarda de la formación quedó detenido e imputado del
delito de falso testimonio.
El hombre habría mentido, no por acción sino por omisión. Fue el clásico
testigo del “no me acuerdo”.
No se acordaba de nada, salvo de sus datos personales.
¿El guarda se acordó de las víctimas fatales?
¿Se acordó de los lesionados permanentes y absolutos?
¿Se acordó, del juramento de ley?
¿Reconoció a las decenas de familiares, que angustiados escuchaban sus
evasivas constantes y uniformes?
¿Supo valorar el inestable pero exitoso trabajo de la justicia en llevar a
juicio a un puñado de funcionarios públicos, que por lo menos deben ser
mirados de reojo por la sociedad?
¿Habría recibido instrucciones para comportarse de esa manera?
¿Habría recibido dinero?
¿A quién hubiese beneficiado su buena memoria?
¿Hubiera perjudicado a las defensas o a las acusaciones?
¿Qué debería ocurrir con la sentencia del juicio, si finalmente es
condenado por falso testimonio?
¿A quién beneficia este silencio?